CON MAS Y MEJORES EMPLEOS VERDES


Al hablar de la capacidad de generar empleos verdes que tienen las ciudades, se debe previamente reconocer el gran problema de desempleo, especialmente considerando las tasas de desempleo joven que nuestra sociedad enfrenta. Más de la mitad de los jóvenes están en situación de desempleo, con un aumento de la temporalidad y la precariedad, y con políticas de austeridad y liberalización del mercado de trabajo que no hacen sino agravar la situación. 

Sin embargo, los procesos de transición justa hacia economías más verdes, implican la creación de empleos verdes de calidad, llegando a ser dirigidos a combatir la desigualdad y el desempleo además de combatir el cambio climático y la degradación medioambiental. 

Las ciudades con sus características geográficas, lastradas por la falta de suelo o la densidad demográfica, también pueden desarrollar modelos de consumo y producción sostenibles ofreciendo un potencial evidente para crear nuevos empleos, transformar los existentes y ser líderes en la transición hacia un modelo de economía y empleos verdes.

Por empleos verdes podemos entender aquellos que reducen el impacto medioambiental de empresas y sectores económicos hasta alcanzar niveles sostenibles, contribuyendo a reducir el consumo de energía, materias primas y agua, a descarbonizar la economía y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, además de fomentar las energías renovables, reduciendo los desechos y la contaminación, o protegiendo la biodiversidad y los ecosistemas.

Estos empleos verdes pueden cubrir toda la cadena de producción y consumo, ya fuera en ámbitos como la investigación, la distribución y los servicios, o sectores de alta tecnología como las energías renovables. Pero también pueden abarcar otros sectores más tradicionales como la fabricación y la construcción, además de otros ámbitos como el tratamiento de residuos, el turismo, el uso de espacios verdes y la restauración paisajística, la movilidad y el transporte, la educación y la formación, la producción de alimentos y la agricultura, o la restauración y renovación de edificios buscando la eficacia energética entre otros ámbitos. 




A partir de esta definición y argumentos a lo largo de esta guía se van a comentar en diferentes apartados diferentes ejemplos de empleos verdes que se pueden desarrollar en la ciudad y deben ser parte importante de los planteamientos políticos, económicos y sociales de las formaciones políticas locales de cara a proponer sus programas de gobierno para los próximos cuatro años. A continuación se ofrecen algunas de estas propuestas: 

  • Implicar a los agentes sociales. La generación de empleos verdes supone una fuerte implicación de los agentes sociales, ya fueran sindicatos, empresas u organizaciones vecinales, debiendo establecerse programas de formación y educación específicos, e implementando ambiciosas políticas destinadas a fomentar la innovación y la inversión verde. Es posible crear empleos verdes sostenibles y de alta calidad, muchos de ellos en pequeñas y medianas empresas, y en entornos vecinales. 

  • Los empleos verdes tienen la capacidad de abarcar diferentes niveles socio-económicos. Abarcando este aumento en la demanda de trabajo a profesionales de diferentes ámbitos y niveles, ya fueran ingenieros, arquitectos, investigadores, docentes, abogados, economistas, agricultores, diseñadores urbanos, trabajadores de la construcción o técnicos en diferentes ámbitos tecnológicos entre otros.   

  • Las administraciones son un actor fundamental en la generación de empleos verdes. Los proyectos que en muchas ciudades se llevan a cabo dirigidos a la regeneración urbana y a dar una mayor vida al centro de las ciudades, deben estar dirigidos a la promoción y generación de empleos locales verdes, con ejemplos como la recualificación de los trabajadores de la construcción hacia técnicas de renovación energética vinculados a los proyectos que se lleven a cabo en las ciudades.  

  • Los Ayuntamientos deben habilitar espacios para que las personas desempleadas puedan formarse en nuevas técnicas y habilidades. Ya fuera en el ámbito de la construcción, la producción de energía renovable o en otros ámbitos más domésticos como el del reciclaje y la reutilización que además de generar empleo, pueden suponer un ahorro para las familias y ayuden a reducir los residuos.  

  • El papel de las universidades y los centros de investigación cercanos a las ciudades. Debe ser reconocido, dada su capacidad de impartir más cursos de formación y aprendizaje para apoyar a las empresas locales y a las personas desempleadas que estén reciclándose laboralmente en empleos verdes.  

  • La agricultura urbana como espacio de importancia para generar empleos verdes. Cada zona urbana debe habilitar y tener reconocido un mercado de agricultores desarrollado, donde los Ayuntamientos puedan otorgar licencias o regular el comercio, y proponiendo metas que permitan un porcentaje cada vez mayor de compra de productos locales.   

  • Liderando campañas para fomentar y apoyar el desarrollo de industrias medioambientales en las ciudades. Apoyando a las comunidades empresariales locales para dirigir parte de su ámbito de negocio hacia el sector medioambiental y de la sostenibilidad.  

  • Apoyando la capacidad que pueden tener las organizaciones del tercer sector para generar empleos verdes. Además de promover y apoyar programas de formación para emprendedores sociales que tengan un marcado carácter “verde”.   

  • Se puede redirigir la generación de empleos verdes considerando la importancia en número debido a su crecimiento demográfico de las personas mayores. Hay que reconocer el entusiasmo, experiencia y energía de las personas mayores, buscando formulas para que se vean implicadas en acciones de recuperación y sostenibilidad, ya fuera a través de propuestas de trabajo a tiempo parcial, flexible o voluntario como alternativa al trabajo a tiempo completo o a las políticas de retiro abrupto.   

  • Del mismo modo se debe reconocer a la hora de generar y proponer empleos verdes la capacidad de las personas con discapacidad y la oportunidad de que puedan beneficiarse de puestos de trabajo verdes. 

  • Crear fondos de dotación de la comunidad de apoyo al empleo verde.   

Por último, y considerando diferentes ámbitos entre la capacidad para crear empleo verde se quiere mencionar diferentes sectores que son de una vital importancia para la promoción de estos empleos: 

  • Sector energético. Ya fuera en el ámbito de las energías renovables, como empleos vinculados a la instalación o mantenimiento de paneles solares, o a través de empleos vinculados a las renovaciones energéticas, la restauración de fachadas, la recopilación de datos para evaluar el impacto ambiental o el consumo energético, la aislación térmica de edificios, la instalación de sistemas de recolección de agua de lluvia o la restauración o sustitución de calderas.  

  • Sector de los residuos. Diseño e implementación de nuevos sistemas ya fuera de gestión integral que abarquen la reducción, la reutilización o el reciclaje, pero también la comunicación y formación en estos ámbitos implicara la generación de nuevos empleos.  

  • Agricultura urbana y gestión de espacios verdes. Estos espacios llevan a plantear nuevas demandas de empleos, ya fueran empleos tradicionales como los trabajos de la tierra, preparación, limpieza de malezas o cultivo, pero también implican acciones vinculadas a la certificación de productos, métodos y tierras, la investigación, la formación de nuevos agricultores en entornos urbanos o cercanos a la ciudad o la recuperación de tierras.  

  • Otros ámbitos a mencionar pueden ser aquellos relacionados con una gestión más eficiente del agua, la gestión ambiental, el diseño sustentable, nuevos empleos vinculados a la movilidad y transporte, o aquellos vinculados a la Responsabilidad Social Empresarial entre otros.


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