ESTRATEGIAS INTEGRALES REDUCCION USO DEL AUTOMOVIL


Si hay un problema que hasta ahora ha encontrado difícil solución en el contexto de la reducción de la contaminación y la emisión de gases de efecto invernadero, es el de la circulación en transporte privado, sobre todo en las ciudades. Sin embargo, estas dificultades tienen su origen en la propia incapacidad de las administraciones para establecer unas estrategias que de una forma combinada puedan alcanzar significativas tasas en la reducción tanto en la entrada, la salida, la circunvalación, o el tráfico interno de las ciudades. 

Propuestas dirigidas al uso compartido de los coches, restricciones y tasas para la entrada de los vehículos en el centro de las ciudades, promoción del uso de la bicicleta y el transporte público, la implantación del teletrabajo u otras acciones, pueden llegar a tener un objetivo común pero carecen de un marco general de acción. 

Es por tanto que el argumento que se esgrime a la hora de proponer Estrategias Integrales en la reducción del uso del Automóvil, es el de establecer acciones conjuntas desde diversos ámbitos, que permitan en el largo plazo conseguir una reducción efectiva en el uso de los coches y de las emisiones de gases contaminantes. 

Esta es una de las razones más importantes que llevan a exigir la creación de agencias de movilidad y transporte que permitan cambiar la definición de transporte, incluyendo en esta fórmula como elementos primordiales, el transporte en bicicleta, caminar, y el uso de transporte público colectivo. Pero igualmente, la propuesta de estrategias debe incluir otros ámbitos decisorios como los económicos, los de creación y generación de empleo. Si uno de los objetivos debe ser el intentar reducir al máximo los desplazamientos de las personas al acudir a sus trabajos, se debe poner en marcha toda una maquinaria social, que permita limitar los desplazamientos y fijar a un cada vez mayor número de personas a puestos de trabajo cercanos a sus hogares. 

Se propone a continuación un modelo de estrategia que puede evidenciar la importancia en el establecimiento de marcos generales de acción que cubran diferentes ámbitos: 

  • Se deben establecer horizontes temporales, posibles, pero ambiciosos, para la reducción en el uso de vehículos.  

  • Un primer paso debe ser el de la prohibición en un marco temporal corto de aquellos vehículos a motor más contaminantes como los diésel.   

  • El transporte público tiene un valor fundamental en el contexto del diseño de estrategias para la reducción de vehículos. Tres aspectos y propuestas se identifican en este sentido: frecuencia, ampliación y gratuidad.  
  1. Las políticas deben dirigirse a aumentar la frecuencia del transporte público, sobre todo en las horas pico de entrada y salida al trabajo.
  2. Se debe ampliar la red de transporte público, abarcando aquellas zonas en expansión que en muchos casos requieren de un mayor uso de transporte privado. 
  3. Reducción del precio progresivo del transporte público, hasta intentar alcanzar niveles de gratuidad, en especial para los más jóvenes, implantando una cultura del uso del transporte público entre ellos.   
  •  En las zonas más aisladas donde no llegue el transporte público implantar mecanismos que ayudados por las nuevas tecnologías permitan un mejor y más rápido desplazamiento en transporte público.  

  • Se deben establecer estrategias entre Administraciones y empresas que permitan implantar programas de intercambio de empleo, permitiendo a los beneficiarios el poder tener sus empleos mas cerca de casa.

  • Estas medidas deben también apoyarse en medidas progresivas que reduzcan la entrada de vehículos privados contaminantes en las ciudades, y que irían también de la mano del uso del teletrabajo o la promoción del transporte público gratuito. 

Se propone en ese sentido un plan para la limitación del uso privado en las ciudades para los próximos cuatro años:  

  • El primer año se implantaría un día de diario al mes sin coche privado.  Ese día el transporte público seria gratuito y reforzado; igualmente las empresas se adaptarían  a ese día mensual promoviendo el teletrabajo. 

  • El segundo, tercer y cuarto año irían aumentando correlativamente los días sin vehículo privado. Por lo tanto, en el cuarto año se podría estar cerca de tener un día a la semana de diario sin vehículos privados contaminantes en las ciudades.  

Este plan a cuatro años de reducción progresiva de los desplazamientos en vehículo privado contaminante durante los días de diario permitiría una adaptación progresiva por parte de las ciudades, estructuras de transporte y empresas, y tendría unos evidentes réditos medioambientales a la vez que sería un apoyo fundamental en los procesos de transición hacia energías no contaminantes. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario