INTEGRAR LA POLITICA CLIMATICA

LA INTEGRACION DE LA POLITICA CLIMATICA EN LOS AYUNTAMIENTOS

Al hablar de integración de la política climática, del mismo modo que podríamos hacer mención a la integración del desarrollo sostenible o la política medioambiental o de lucha contra el cambio climático, nos referimos en general a una política transversal que requiere la participación de diferentes áreas de gobierno.  

A partir de un enfoque eficaz, desde las políticas climáticas se puede reactivar la economía y crear empleo, además de ser la base sobre la que conseguir una sociedad más cohesionada, estructurada y solidaria, y con un objetivo común que es la lucha contra el cambio climático, la reducción de gases de efecto invernadero, y el disfrute de ciudades y entornos urbanos más saludables para todos.   

Desde políticas climáticas que cubran todas las dimensiones de adaptación y mitigación al cambio climático, reconociendo su transversalidad y capacidad de abarcar a la totalidad de las actividades de gobierno, desde donde hay que dirigir los objetivos políticos de las ciudades para que las políticas climáticas sean un pilar principal sobre el que se armen las sociedades y las ciudades en los próximos años.  

Por tanto, los proyectos políticos climáticos en las ciudades en el futuro deben girar sobre diferentes aspectos y áreas de trabajo que tengan como principal virtud su capacidad de crear sinergias positivas entre ellas, haciendo que los programas y las ideas vayan cuajando en políticas reales, efectivas y de alta implantación en la sociedad, y que a su vez vayan generando una mayor demanda e interés, proporcionando igualmente espacio y conciencia para generar nuevas iniciativas.   

Pero las experiencias practicas establecen que una integración exitosa de la política climática no solo es cuestión de nuevos marcos y herramientas, sino también de aumentar los existentes capacidades y ponerlas en práctica de forma efectiva. Si entendemos que el cambio climático es un problema de todos y creado por todos, debemos entender que son las propias sociedades, sus individuos e instituciones, los que deben estar en primera línea de la formación, la comunicación y la acción.  

Del mismo modo, la integración de la política climática no va a solucionar el problema, no tiene que funcionar bien, pero parte de la solución al problema climático debería basarse en un diseño correcto e implementación de la misma. Por tanto, la política climática solo puede tener éxito cuando aquellos en las posiciones de responsabilidad de investigación, comercio e industria, sector político, gobierno y sociedad civil movilizan todos los recursos en la misma dirección.  

A continuación se ofrecen algunos apuntes sobre como desde los Ayuntamientos se puede diseñar los aspectos fundamentales para integrar la política climática en el resto de áreas de trabajo, así como elaborar un programa electoral coherente: 


  • Compromiso para incorporar los objetivos climáticos en todas las etapas de la formulación de políticas tanto en ámbitos medioambientales como no ambientales. Con un reconocimiento específico de este objetivo como principio rector para la planificación y ejecución de las políticas a nivel local.  

  • Integrar las políticas climáticas y medioambientales en todas las áreas de gestión, tanto a nivel horizontal, a través de las diferentes áreas de gobierno, como a nivel vertical a través de las diferentes administraciones y estructuras de poder.  

De hecho, la política climática podría considerarse la política transversal por excelencia, pero una política transversal no puede llegar nunca a ser efectiva sin una base sólida sobre la que se sustente. Este es el problema principal que existe en la actualidad, ya que en la mayoría de municipios el nivel de integración, coherencia y coordinación tanto en la acción como entre las áreas de trabajo no llega a ser satisfactorio.  

A partir de estos argumentos podemos entender que la integración horizontal y vertical de la política climática se puede llevar a cabo de modo que:  

  • Conseguir que a nivel horizontal, en el ámbito de las diferentes áreas de gobierno, las políticas climáticas, se integren, coordinen y guarden coherencia en base a un objetivo final bajo una estructura o unos pilares.   

  • A nivel vertical trabajar en la mejora de las relaciones entre los mecanismos existen entre los departamentos y otros actores locales como la sociedad civil, sindicatos, empresarios etc., así como con otras administraciones, CC.AA o Estado, para alcanzar una integración efectiva de las políticas climáticas y medioambientales.  

  • Como resultado, y a partir de la creencia de la existencia de un compromiso político, que lleve a que los objetivos climáticos se integren en otras áreas políticas, se debe demandar y diseñar estrategias políticas que integren estos objetivos tanto en programas de gobierno, sectores específicos, o instrumentos políticos (leyes, impuestos, materiales, etc.).  

  • Mayor consistencia y peso político. Todo se reduce a una cuestión de consistencia en la acción política y que la política climática sea señalada más abierta y directamente, esto es, dar al cambio climático más peso político, mayor cobertura y que los recursos para la integración en forma de know-how y fondos estén disponibles.     

La coordinación con otras administraciones y municipios se ha mencionado como fundamental en el diseño de una política climática capaz de integrarse en la acción política local. En ese sentido, hay que prestar atención a diferentes aspectos:  

  • Remarcar la importancia de la acción multinivel. El problema del cambio climático requiere de una acción multinivel, e implica la necesidad de una política de integración adicional debido a la existencia de complejas estructuras de tomas de decisiones, así como fallos específicos en la gobernabilidad, responsabilidades poco claras o sobrepuestas. Por tanto, no hablamos únicamente de una integración política vertical y horizontal sino nuevas formas de gobierno multinivel que incluya tanto actores como administraciones, ya sea la Unión Europea, Administración Central, CC.AA, entes locales o empresas, ONG´s o la propia sociedad civil articulada de diferentes formas.  

  • Entender y hacer entender que cuando hablamos de política climática o de sostenibilidad no hablamos únicamente de medioambiente. Esto viene implícito en la propia explicación del cambio climático, que puede considerarse un problema medioambiental, pero que tiene un origen social, ya que el cambio climático es una consecuencia de cómo se articulan nuestras sociedades, nuestros modos de vida y como nuestro bienestar está ligado al consumo de combustibles fósiles.  

  • Transversalidad en las políticas y respuestas. Las respuestas políticas al problema de la degradación medioambiental, el cambio climático y el empeoramiento de las condiciones de vida en las ciudades va más allá del ámbito medioambiental, por lo que las soluciones no se pueden limitar a una única área de trabajo ni puede un área con un peso político limitado dirigir la acción del resto de áreas.  

  • Establecimiento de nuevas estructuras y áreas políticas. A pesar que se exige cambiar la economía, las sociedades, los hábitos, el consumo, etc., no se llega hasta el punto de discutir la política y sus estructuras. Es necesario diseñar nuevas estructuras y areas políticas que influyan decisivamente en el desarrollo e implementación de las políticas climáticas.  

  • Más y mejores órganos consultivos ciudadanos. Fundamentales para articular las acciones y políticas y hacerlas creíbles y efectivas para la ciudadanía.   

  • Integrando a todos los actores sociales. Toda acción climática y medioambiental promovida por los Ayuntamientos debe ir dirigida igualmente a movilizar en la misma dirección a todas aquellas instituciones en posiciones de responsabilidad, ya fueran en el ámbito de la investigación, comercio e industria, sector político, gobierno o sociedad civil.   

  • Establecimiento de un marco común de acción a nivel estatal, autonómico, provincial y local. Las acciones llevadas a cabo por regiones, provincias y municipios no significan la independencia del gobierno central, es más, necesitan apoyarse en un marco común, y la necesidad de coordinación e integración dentro de un marco de políticas global.  

  • Aprender de experiencias previas de integración. La integración de la política climática debe aprender, en lo positivo y lo negativo de pasadas experiencias, desde el proceso de integración política en la Unión Europea, hasta como son los procesos actuales de integración de otras políticas transversales como las políticas de igualdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario