UNA NUEVA ENERGIA LIMPIA

HACIA UN NUEVO MODELO ENERGETICO 

Partiendo del problema fundamental vinculado a la situación de aquellos que más están sufriendo la carencia de medios para poder tener acceso a fuentes energéticas de una forma equitativa, justa y solidaria, se debe plantear de una forma más amplia la necesidad de cambiar nuestro modelo energético. El objetivo es alcanzar un modelo más sostenible en donde colaboren los diferentes agentes implicados en el problema de la pobreza energética como empresas, ciudadanos y administración. Estos tres pilares serán la base sobre la que se consiga un acceso más justo a la energía, pero también una reducción del consumo y un mejor aprovechamiento de la misma, junto con la transición hacia una economía baja en carbono con una mayor importancia de las energías renovables. 

Este cambio hacia un modelo energético sostenible no sólo es deseable, sino también posible. Estableciendo unos objetivos, viables e ilusionantes, pero también cuantificables y ambiciosos, se pueden dar los primeros pasos para dar respuesta al reto energético que marque nuestra capacidad de desarrollo y bienestar futuro, y en donde un pilar fundamental debe ser la capacidad de las sociedades de generar su propia energía a partir de fuentes renovables. 

Porque contra más energía generemos por nosotros mismos y menos gastemos, menos sensibles seremos a los cambios coyunturales y subidas de precios del mercado energético, y más estaremos contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.  

Existen evidentes trabas, incluso desde la administración, para poder establecer ciertos objetivos temporales de autoabastecimiento en renovables, pero también se debe entender que esos objetivos se pueden establecer y alcanzar, además de demostrarse que son posibles dados los avances de la tecnología actual y los costes moderados de la misma. 



Igualmente, reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y aumentar nuestra capacidad para generar nuestra propia energía, aumentando la eficiencia y el uso de fuentes renovables y limpias, mejoraran y harán más justos los procesos de reactivación económica y generación de empleo, ahorrando, reduciendo los costos de producción y mejorando la seguridad energética y alimentaria. 

Por tanto, considerando la importancia de la renovación de los edificios, la lucha contra la pobreza energética y a partir de la necesidad imprescindible de un cambio de modelo energético, basado en el ahorro y la eficiencia energética, más respetuoso medioambientalmente, más beneficioso económicamente y más justo a nivel social, proponemos a continuación una serie de ideas que pueden ser tomadas en cuenta a la hora de diseñar programas electorales y de gobierno de cara a las elecciones municipales y autonómicas. 

  • Los Ayuntamientos deben actuar como catalizadores y proveedores de información en pos de la introducción progresiva de las energías renovables tanto en las viviendas, proporcionando todo tipo de información y estudios sobre programas, subvenciones, etc. que puedan necesitar tanto los propietarios y comunidades, como las empresas y los propios edificios municipales.  

Sin embargo, al proponer planes o medidas para el desarrollo y la implantación de energias renovables en los municipios, uno de los principales problemas existentes para alcanzar determinados objetivos es la propia legislación nacional que impide en gran medida el desarrollo y la producción a pequeña y mediana escala de energía proveniente de fuentes renovables como la solar. Como respuesta a esta situación se debe:

  • Superar y/o derogar la actual legislación. Si el objetivo es el de preparar el diseño, la implantación o la puesta en funcionamiento de las estructuras que pudieran dar servicio a cooperativas energéticas locales y otras experiencias, el primer paso debe ser superar de una forma plena las actuales legislaciones y ponerlas al nivel de otros países europeos, que a pesar de su situación geográfica generan una mayor energia proveniente de fuentes renovables desde el ámbito local y urbano.  

  • De este modo, y considerando que los procesos de implantación de energías renovables deben hacerse de abajo a arriba, ciudadanos, empresas y entes locales deben demandar a las administraciones superiores el tener la opción de establecer sus propias cooperativas de energías renovables, donde lo producido repercutiría positivamente en la propia comunidad.  

Con este camino en mente algunas medidas que deben ir diseñándose e implementándose, pueden ser:   

  • Desde los ayuntamientos se debe fomentar la introducción de energías renovables, especialmente paneles solares y energía eólica, en los edificios de propiedad municipal, principalmente en instalaciones con demandas importantes y amplios espacios que facilitarían la adaptación (piscinas, polideportivos, equipamientos socioculturales, etc.).  

  • Los Ayuntamientos incentivaran la incorporación progresiva de energías renovables y medidas de ahorro energético en los edificios e instalaciones de servicios, alojamiento y hostelería de las ciudades.  

  • Se establecerán las bases para la creación de programas comunitarios de eficiencia energética, así como el desarrollo de sistemas locales de energías renovables.   

  • En ese sentido, se debe fomentar la participación de la población local en estos proyectos, por lo que los ayuntamientos deben actuar como catalizadores y punto de apoyo tanto de empresas como de organizaciones, cooperativas y empresas sociales para proporcionar servicios de energía. Esta aproximación permitiría tener acceso a unos precios más bajos para las instalaciones a través de la compra en común.   

  • Se informara y se apoyara a las comunidades y viviendas unifamiliares en la instalación de techos solares.  

Eficiencia energética en las calles. Más allá de la acción directa en los hogares y comunidades, existen otras acciones posibles a desarrollar en las calles a través de soluciones sostenibles para el alumbrado urbano como:  


  • La introducción progresiva de iluminación no contaminante tipo led en el sistema de alumbrado e instalaciones municipales y que puede llegar a reducir a la mitad la energía consumida en alumbrado y reducen en gran medida la carga de CO2.     

  • Continuar con la retirada paulatina, como se está haciendo en muchos municipios, de las farolas en forma de globo. Dado que estos sistemas lanzan al cielo la mitad de la luz que emiten, siendo una de las principales causas de la contaminación lumínica.  

  • Designando toda nueva área urbana como zona de energía controlada, debiendo toda instalación pertenecer a la clase de consumo mínimo de energía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario