IDENTIFICANDO, ACTUANDO Y CONCIENCIANDO SOBRE LA POBREZA ENERGETICA
Cuando hablamos de energía y la forma en que las personas experimentan su relación con la energía en los hogares, no lo hacemos solamente desde un punto de vista técnico, sino que enfocamos el asunto desde las relaciones que tienen la generación y el consumo energético con la economía y nuestro modelo de sociedad.
La presente crisis está evidenciando estas relaciones desde su perspectiva más negativa. Un cada vez mayor número de personas está siendo víctima de lo que se ha denominado “pobreza energética”, esto es, y según el Grupo Ecoserveis (www.ecoserveis.net), “la pobreza o precariedad energética es la dificultad o la incapacidad de mantener la vivienda en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justo”; donde las “causas principales que llevan a una familia a sufrir de pobreza energética son: la pobreza; la calidad insuficiente de la vivienda; el encarecimiento de la vivienda y; los elevados precios de la energía”; y en “donde entre sus consecuencias principales están: el endeudamiento; los impactos sobre la salud física y mental; la degradación de los edificios y; las emisiones de CO2”.
La entrada en el debate político y social de la pobreza energética es una consecuencia del aumento de su incidencia tal y como refleja la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) en diferentes informes, identificando en 2012 casi a un 17% de hogares con gastos de energía desproporcionados alcanzando a unos 7 millones de personas, y en donde un 9% de los hogares españoles se declaraban incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada en invierno, traduciéndose en alrededor de 4 millones de personas.
Otros aspectos evidencian las dificultades de un gran número de hogares para pagar los recibos, como la presencia de goteras, situaciones de podredumbre en las viviendas o la incapacidad de mantener una calidad de temperatura adecuada en invierno o fresca en verano.
Entre otros factores que inciden y se identifican en los hogares que sufren de pobreza energética están las situaciones de desempleo, del mismo modo que esta situación está generando un aumento de las enfermedades y muertes prematuras.
Las respuestas a esta situación tiene parte de la respuesta en lo que desde algunos ámbitos se ha denominado un Nuevo Modelo Energético (NME) y que se articularia a partir de cuatro pilares esenciales: ahorro, renovables, eficiencia y soberanía. Una explicación somera de este enfoque se puede encontrar en el Documento Base de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético.
Del mismo modo, se quiere hacer mención al decálogo que Ecoserveis ha elaborado para hacer frente a la pobreza energética y que debe ser considerado de una forma fundamental, junto con otras propuestas que pudieran existir, a la hora de considerar el diseño de propuestas de gobierno desde diferentes administraciones para las próximas elecciones:
a) Reconocer y definir oficialmente la pobreza energética.
b) Definir el concepto de consumidor vulnerable.
c) Establecer planes contra la pobreza energética.
d) Aplicar medidas de eficiencia energética a los hogares afectados por la pobreza energética, con carácter prioritario.
e) Mejorar la implementación del bono social.
f) Disminuir el IVA aplicado al uso de gas y electricidad a nivel doméstico.
g) Asegurar el suministro en momentos críticos (enfermedad, meses de más frío,...).
h) Medidas interdepartamentales (coordinación entre órganos de gobierno y gobierno estatal y autonómico).
i) Mejorar la información para el consumidor vulnerable.
j) Incentivar el autoconsumo en familias vulnerables.
Del mismo modo, otras propuestas vinculadas a reducir la pobreza energética pueden ser las siguientes:
- En primer lugar, un objetivo principal para evitar la pobreza energética debe ser el empoderamiento de los consumidores vulnerables para que sean autónomos en el control de su consumo de energía.
- En ese sentido los Ayuntamientos colaboraran directamente con las comunidades de vecinos y propietarios desarrollando auditorias energéticas, tanto externas como internas en los edificios, que permitan conocer la energía que pierden los mismos y las posibilidades de renovación que se ofrecen para conseguir un mayor ahorro energético.
Las auditorías que pueden ser integrales o solo energéticas, y la gratuidad de las mismas, deben tener un especial objetivo en las comunidades de vecinos en barrios antiguos en renovación, así como las viviendas de familias con dificultades para pagar la factura energética. Entre algunas de las medidas a llevar a cabo en estas auditorías desde una visión integral estaría:
a) Estudiar el gasto energético en las zonas comunes del edificio y posibilidad de aumentar la eficiencia y el ahorro.
b) Estudios individualizados de la situación energética de las viviendas, propuestas para un mayor ahorro y eficiencia en las mismas, permitiendo detectar qué tipo de suministros tienen contratadas las viviendas y si utilizan sistemas ineficientes (bombillas de alto consumo, por ejemplo).
c) Estudios sobre la capacidad de las viviendas para llevar a cabo un mejor reciclaje, disposición de contenedores, prácticas correctas, etc.
d) Estudio sobre el uso del agua en la vivienda y posibilidades de un mayor ahorro.
e) El Ayuntamiento facilitara igualmente a propietarios, inquilinos, técnicos y consultores el asesoramiento necesario para reducir en lo posible la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera en la construcción y renovación de edificios.
- El mismo asesoramiento debe proporcionarse a otros particulares, profesionales y empresas en materia energética, ya fueran medidas para el ahorro energético como en materia de energías renovables entre otros.
- Otras actividades deben estar orientadas a la realización de estadísticas y estudios que de una forma continuada informen sobre el consumo de energía en la ciudad con el objetivo de orientar, comprobar avances y sensibilizar a la sociedad.
- El establecimiento de un fondo energético y/o de vulnerabilidad para los consumidores en situación de impago, establecidos a partir de aportaciones individuales, los ahorros obtenidos gracias a las renovaciones ya realizadas y a otros fondos destinados al efecto.
En el ámbito de la concienciación y la formación con respecto a las transformaciones energéticas necesarias para la ciudad y el apoyo a los más desfavorecidos, los ayuntamientos también tienen una responsabilidad de importancia que puede ser llevada a cabo. Entre algunas de esas acciones se pueden encontrar:
- Los Ayuntamientos deben prestar atención a los avances que puedan darse en el campo de la energía, tanto a nivel nacional como internacional. Estar en permanente contacto, llevando a cabo acuerdos y actividades, con centros de investigación y universidades cercanas a los municipios será de gran importancia.
- Llevar a cabo acciones formativas, de información y sensibilización a la ciudadanía en aspectos relacionados con el consumo de energía y las energías renovables. Uno de los objetivos debe estar dirigido a lanzar campañas y eventos como conferencias, charlas o jornadas, abarcando todo el espectro social, niños, jóvenes, mayores, así como profesionales, comercios y empresas. Siempre actuando en cooperación y generando sinergias entre las delegaciones municipales, otras administraciones y organismos.
- Como acciones de interés dirigidas a enseñar a familias a monitorizar sus patrones de consumo eléctrico, pueden estar la organización de talleres dirigidos a entender y mejor leer las facturas, enseñando a los ciudadanos a leer sus recibos y ajustar la potencia contratada a sus necesidades y así reducir el coste.
- La elaboración de reglas ciudadanas para la reducción y eficiencia energética se deben integrar en los propios programas dirigidos a la reducción del consumo de energía en los hogares, a través de personal formado por el Ayuntamiento y en donde se fomentara la colaboración ciudadana y el voluntariado.
- Formación de voluntarios/as que asesoren de forma personalizada a familias vulnerables con el objetivo de ahorrar en el gasto de electricidad y gas entendiendo y controlando su factura energéticas.
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